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Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres (Hechos 5:29).
 
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¿ Qué es la Cena del Señor ?
por Guillermo Hernández Agüero

( "Conoceréis la Verdad"  agradece el aporte de este estudio )

En las distintas denominaciones la Cena del Señor es guardada bajo distintos nombres: Eucaristía, Cena del Señor, Santa Cena y Misa. Algunos lo toman solamente como un símbolo, pero otros como un Sacramento más que apreciado. Hay pocas referencias a la Cena del Señor que están en forma explícita, y es primordial recuperar su significado.

El Nuevo Testamento nos muestra evidencias de que la Cena del Señor era el pilar de casi todo el culto entre los primeros cristianos y era guardada como una comida íntegra (Hechos 2:42; 20:7-11; 1°Corintios 11:20, etc)

Frank Stagg, en su libro, “Teología del Nuevo Testamento” (Casa Bautista de Publicaciones) menciona que: La Cena del Señor aparece en el Nuevo Testamento solo en 1° Corintios 11:20 y aún allí se discute en cuanto a su significado."  (Pag. 235)

Es muy posible que Pablo les indicase a los Corintios, que aunque ellos se reunieran y que a su rito le llamasen "Cena del Señor", no era tal, ya que en realidad, violaban su sentido fundamental.

Una expresión que se utiliza en la Cena del Señor es la frase “El partimiento del pan”. Este concepto fue utilizado para describir la cena, la comida diaria por los primeros creyentes, ya que el partimiento del pan era el símbolo de que la cena estaba por iniciarse.

“«Pablo dice:”El pan que partimos.”» (1° Corintios 10:16)

Frank Stagg, en el libro mencionado anteriormente, hace el siguiente comentario: “Los manuscritos posteriores dieron lugar a la enseñanza errónea de que la Cena del Señor retrata el cuerpo quebrantado de Jesús. La lectura correcta  en 1° Corintios 11:24, confirmada por manuscritos de los siglos III y IV, dice simplemente: “Este es mi cuerpo por vosotros”. Manuscritos posteriores  lamentablemente agregaron tanto “entregado (dado)” o “quebrantado”."

El partimiento del pan, no significa que el pan es quebrado en muchos pedazos; la idea de esto, es que muchas personas participan del mismo pan, es decir, que todos los creyentes comparten del mismo Señor Jesucristo.

 

Comunión

Otro termino, es la palabra “Comunión”. Esta palabra viene del griego “Koinonia”. La traducción habitual suele ser fraternidad, compartir, comunión y participación. “Es aquello que dos o más tienen en común”, y según el Nuevo Testamento: "La vida compartida en Cristo".

En 1° Corintios 10:16: ”La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?”

¿Cuál es la preocupación que quiere advertir Pablo con estas preguntas?

Uno de los problemas que se veía en la Iglesia de Corinto, al parecer, era la participación de creyentes en fiestas paganas. Pablo, en sus cartas, exclamaba fuertemente que la comunión de un cristiano es con su Señor Jesucristo y no como los paganos que buscaban comunión con sus dioses: “Antes digo que aquello que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.” (1° Corintios 10:20)

Entonces, la Cena del Señor es una comunión (Koinonia) con Él, es decir, es una fraternidad de creyentes en Cristo y con Cristo. Cristo esta presente en verdad  con y en sus pueblo, es una comunión los unos con los otros en Cristo. Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo, pues todos participamos de aquel mismo pan (1° Corintios 10:17)

La idea central de todo esto, está en que los creyentes deben comer juntos como cuerpo de Cristo, es decir, deben esperarse unos a otros. Esto se expone más en los versos de 1° Corintios 11:21-34.

El término que más se utiliza para la Cena del Señor es “Eucaristía”. En el Nuevo Testamento se refiere a “una acción de gracias”. La frase “dar gracia” (eukaristesas) es usada en forma intercambiable con la palabra “bendición” (eulogesas). En el caso del evangelio de Marcos, a Jesús lo detalla bendiciendo (eulogesas) el pan y dando gracias (eukaristesa) por la copa (Marcos 14:22-25).

En 1° Corintios 10:16 la expresión “la copa de bendición que bendecimos”, Pablo la invierte  en 1° Corintios 11:24 y describe a Jesús dando “gracias” por el pan.

En la descripción de Lucas en su evangelio, a Jesús lo detalla  “dando gracias” (eukaristesa)  tanto por el pan como la copa. En las comunidades judías, cada comida tenía un significado religioso, y para ellos el dar gracias o la bendición era una practica común. Para finalizar esta parte, podemos concluir, que para describir la Cena del Señor no había un concepto absoluto, ni siquiera para la frase de “Cena del Señor”

 Con respecto al relato que el Nuevo Testamento nos da de la Cena del Señor, debemos compararlo  con la observancia que los judíos tenían de la Pascua. Jesús comió la cena de la Pascua con sus discípulos y durante esa comida estableció la Cena del Señor, por lo tanto a través de esta cena (de Pascua) podemos comprender la Cena del Señor.

 

¿Qué representaba la Pascua?

 La Pascua era una conmemoración de la liberación de la esclavitud y a la vez un símbolo del pacto de Dios con los judíos, y también la espera del Mesías. Por lo tanto, por el acto de establecer la Cena en relación con la fiesta de la Pascua, el Señor sustituyó el cumplimiento de la Pascua por la observancia de la Cena del Señor; significando  la aceptación del Nuevo Pacto sellado en la cruz  por la sangre de Cristo y una conmemoración de su  muerte. 

Como dijo un teólogo, “La cena es más que un acto en memoria, pero es eso”

Los judíos celebraban  el poderoso acto de Dios en que los liberó del yugo egipcio a través de la Pascua, en cambio, la Cena que instituyó el Señor se orienta hacia la nueva salida (éxodo), que es la liberación del pecado y por ende de la muerte, que se cumplió en la cruz con el derramamiento de la preciosa sangre de nuestro Señor.

La Cena del Señor, en cierto sentido, era y es una eucaristía, es decir una acción de gracias a Dios  por la salvación total de los creyentes, así como ocurrió en el éxodo de Egipto.

Según la Mishnah, en la comida Pascual, los judíos al participar de ella  estaban forzados a imaginar en si mismo como si estuvieran siendo liberados de Egipto. (P´sachim, x, 5b). Por lo tanto los judíos cristianos, seguramente enseñados desde pequeños, según la Mishnah, tuvieren poca dificultad para entender el verse a si mismo como liberados por el gran sacrificio que el Señor Jesús hizo.

 

"Esto es mi cuerpo..."

Estas palabras que el Señor dijo han sido de mucha controversia y mala utilización. Sin duda Jesucristo hacía una doble observación a su propio cuerpo que seria entregado como sacrificio en la cruz del Calvario, y a su cuerpo como la iglesia en su sentido más amplio. Jesús jamás enseño a sus discípulos sobre la transubstanciación, de que el pan literal se convirtiera en su cuerpo, y esto, en  ninguna parte del Nuevo Testamento.

Lo que nuestro Señor hizo cuando sostenía en sus manos el pan, fue simbolizar la encarnación de su cuerpo, que seria entregado por los hombre en sacrificio en el Gólgota, pero también llegaría a simbolizar su más amplia encarnación, la “iglesia”.

Pablo, cuando les escribió la primera carta a los Corintios al introducir al problema de la Cena del Señor, les quiere llevar en relación con el significado de la Koinonía al expresar y afirmar a la unidad del pueblo de Cristo.

Pablo les escribe: “... El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?(1 Cor. 10:16) y en el verso 17 del mismo capitulo dice:”Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo, pues todos participamos de aquel mismo pan”. Este pan es Cristo, es decir Jesús manifestado en la comunión de la iglesia (los creyentes), no en el pan literal.

El problema de los hermanos de Corinto, era, su desunión, aun cuando ellos pretendieran observar la Cena del Señor, Pablo se los hace ver a través de esta carta explicando cual es el verdadero significado.

La Cena del señor es una comunión no en el sentido de que el pan y el vino, en si mismo corporizan a Cristo y que puedan comunicar a Cristo a las personas. Pero, expresamente enseña en el Nuevo Testamento una Koinonía, La fraternidad de los hijos de Dios, los unos con los otros, y en Cristo.

Si bien es cierto los elementos el pan y el vino son símbolos que representan el cuerpo y la sangre de nuestro Señor, pero la comunión (Koinonía) no es un símbolo; es la participación en la sangre, la vida entregada y el cuerpo que es el pueblo de Cristo.

Cristo triunfó en la cruz en el lugar llamado Gólgota, y lo que hace la Cena del Señor es que el que es recordado como triunfante también está presente en su pueblo. Y que no solo mira hacia un hecho avistando hacia el pasado y el presente en su concepción de la presencia de Cristo en su cuerpo; sino, que mira hacia adelante a su venida, en la plenitud de su reino (Mt 26:29; 1Cor. 11:26)

 

¿ Qué enseña la Iglesia Católica ?

La Iglesia Católica enseña que la eucaristía o la Cena del Señor, es la parte central de la misa, en la que el pan y el vino, por un milagro a través del sacerdote en el momento en que estos son consagrados, se transforman literalmente en sus sustancias en el cuerpo y la sangre de Cristo.

 Tomás de Aquino, considerado como uno de los grandes doctores en teología de la Iglesia Católica, enseña que el  cuerpo de Jesucristo no viene al pan por traslación local, ya que no deja el cielo, sino que utilizando la filosofía Aristotélica, dice que es por cambio de la sustancia del pan en su cuerpo. De esto nace el concepto de transubstanciación que fue usada ya en el Concilio IV de Letrán, en el año 1215 (según Denzinger 802).

El Concilio de Letrán manejó la palabra Apariencia, en vez de accidente, que es la parte material o físico-química de un elemento.

El mismo Papa Pablo VI, manifestó que la transubstanciación significa un cambio “óntico”, es decir no fisico..., que el pan y el vino retienen sus propiedades físico-química, pero que a cambiado su entidad sustancial. El principio de todo esto, es basada en la filosofía Aristotélica y en consecuencia es pura abstracción.

Los accidentes o apariencia, son los elementos que pueden advertirse por medio de los cinco sentidos, como sabor, color, tamaño, etc.

En cambio, la sustancia  mantiene los accidentes en la existencia ya que estos por si mismo no existen, como por ejemplo el color. Pero si, es  afectada por estos recibiendo forma y propiedades a través de ellos.

Según la Iglesia Católica, la sustancia del cuerpo de Cristo no es afectada por los accidentes del pan, pero los sustenta. Por lo tanto todo el cuerpo de Cristo está entero  bajo la oblea entera, y todo el cuerpo de Cristo está también entero bajo cada una de las partículas de la misma oblea (victima). De la misma manera ha de mantenerse en el vino.

La Iglesia Católica también enseña, que cuando el pan y el vino (sus accidentes) son digeridos bioquímicamente, Jesucristo se ausenta literalmente del estómago del comulgante, y por supuesto los accidentes continúan  el rumbo que le corresponde a la nueva sustancia originada en el proceso de la digestión.

El problema es, ¿De donde viene la nueva sustancia que antes no existía? 

Otro ejemplo, si el vino consagrado se transforma en vinagre, entonces desaparece corporalmente Jesús de ellos, apareciendo la sustancia del vinagre. ¿De donde viene esta nueva sustancia?

Claro, Tomás de Aquino nos dice que Dios crea la nueva sustancia  para la nueva situación, pero desde el punto de vista de la física esto es absurdo.

La Iglesia Católica se basa en el capitulo 6:51-58 del Evangelio de Juan para declarar el anticipado anuncio de la institución del sacramento de la eucaristía como la transubstanciación.

La Iglesia Católica dice que los versos del evangelio de Juan 6 (51-58) no se pueden interpretar en forma metafórica y que de acuerdo a la reacción de los oyentes Él no reparó a los que se fueron.

Pero, la cuestión aquí no se trata si es literal o metafórico, sino, que se refiere a que es simbólico, es decir de asimilar a Cristo por la fe, esto es lo que permite el texto. Compárese los versos 37, 47 con el 54. Con respecto a lo otro, mas adelante en el texto, nuestro Señor Jesucristo corrigió en el versículo 63 a sus discípulos la mala comprensión de sus expresiones “El espíritu es el que da vida; la carne  para nada aprovecha; las palabras que yo he hablado son espíritu y son vida”

Con respecto a los discípulos que se fueron desde ese entonces, la razón es muy sencilla, Jesús sabía que muchos de ellos no le  comprenderían  por que no estaban dispuesto a creer. Jesús sabia  desde el principio que algunos de sus pretendidos seguidores no creían en el. La incapacidad no residía tanto en su incapacidad como en su mala disposición (64). Jesús les dijo que la capacidad de venir a Él solo puede ser recibida de Dios el Padre.

Entonces estas palabras de nuestro Señor Jesucristo resultaron tan desagradables para muchos de los que le lo habían seguido que ahora le estaban abandonado. Ellos pensaban que llegar a Jesús dependía de ellos, que podían ganar o merecer la salvación. Estos nunca habían sido verdaderos creyentes. Si habían seguido a Jesús, era no por un verdadero amor por Él, sino por otros motivos o razones. En cambio los apóstoles creyeron en Él, especialmente Pedro, donde reconoce que Él es el Hijo de Dios y en los versos 68 y 69 involucra a los otros apóstoles.

 

La palabra "Carne"

 Por otro lado, no siempre La palabra "carne" (Gr. Sarx) tiene un significado literal.

 Por ejemplo, Jesús dijo: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos" (Mat. 16:17).

Con respecto a la carne aquí, Jesús se refiere a la naturaleza humana e inteligencia de Pedro y no a la carne literal.

En el Nuevo Testamento la palabra sarx (carne), es empleada para describir a toda  persona humana  en su alejamiento de Dios o en su debilidad, puede ser  también en sus pensamientos, sentimientos, etc.  Y también en su naturaleza

Pablo escribe: “revelar su hijo en mi, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre” (Gal. 1:16). Pablo simplemente esta diciendo que no consulto  con ninguna persona, por lo tanto sería absurdo que consultara a la carne o sangre literalmente.

En Romanos 8:1-10, el Apóstol dice: "Porque los que viven conforme a la carne, de las cosas que son de la carne se ocupan; mas los que conforme al Espíritu, de las cosas del espíritu. Porque la intención de la carne es muerte; mas la intención del espíritu, vida y paz; por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios ni tampoco puede. Así que, los que están en la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El" (vs. 5-9).

Esto es un contraste entre todo hombre que vive apartado de Dios y todo hombre que vive en comunión con Dios.

 En estos pasaje tenemos abundantes evidencias de que la palabra "sarx" no se usa siempre en sentido literal, sino muchas veces en sentido figurado o simbólico.

De la misma manera se usa  "sangre" como figura  de la vida natural. Por ejemplo: "Porque la vida de la carne en la sangre está; y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona. . . porque la vida de toda carne es su sangre" (Lev. 17:11, 14).

Y por las palabras "comer mi carne" y "beber mi sangre", el Señor hablaba de creer en Él. Es decir, todos los que creen serán resucitados en el día final. La carne y la sangre de Jesús es verdadera bebida.  En contraste con el alimento y la bebida  de este mundo, que solo es temporal. Por lo tanto el valor del sacrificio de su muerte en la cruz jamás se caduca. Cuando aceptamos al Señor como nuestro único Redentor, Él viene a nuestras vidas, y lo asimilamos en nuestro mismo ser,  formando parte de nosotros como alimento espiritual, viniendo a nuestra vida en la que siempre permanecerá y nosotros perpetuamente en Él.

Comparemos en el capitulo de Juan 6 los versos 40 y 54:

40  Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que todo aquél que ve al Hijo y cree en él  tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día final

"54 El que come mi carne y bebe mi sangre  tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el día final

Como se puede observar, la expresión figurada en la cual enseña que Él mismo es la fuente de la vida eterna para todo los que creen (Juan 6:47), pude verse en estos pasajes paralelos del capitulo 6 de Juan.

Con respecto a los textos que se encuentran en Mateo 26:26-29; Lucas 22:19-20; Marcos 14:22-25 incluyendo 1era Corintios 11:23-26, sería ridículo pensar que cuando Jesús dijo, al dar gracias en la Última Cena “Esto es mi cuerpo”, que el pan se transformara en la carne de Jesús. Si esto fuera así,  entonces hubiese habido en ese instante  dos cuerpos presente de Cristo, lo cual esto es totalmente absurdo. Porque se tendría que decir que en realidad el sacrificio cruento de Jesús en la cruz sería la repetición y no el sacrificio incruento que ya se había hecho, lo que también es absurdo. Por esta misma razón de esto último es que Jesús se refería a su carne en el pan en forma simbólica y no literal.

Jesucristo agrega más adelante “Haced esto en memoria de mi”. Con esto lo que hacía era que sus discípulos comprendieran que el pan era para recordar su muerte y su venida, pero no que Él estuviese presente en el pan literal, aunque está presente en la comunión (koinonía) de todos los creyentes.

La Iglesia Católica en su nueva teología, trata de presentar a la misa como un memorial en primer lugar, es decir que en la Última Cena, el Señor hizo ya presente el sacrificio de su vida. Parece que esto fuera un cambio intrascendente, pero el Nuevo Testamento nos aporta en los versos de Lucas 22:19 y 1era Corintio 11:24,25 la palabra griega «anámnesis» cuyo significado real es «recuerdo» (no memorial como tratan de enseñar algunos sacerdotes en algunas paginas Web, ahora ellos se consideran expertos en griego después que todo lo hacían en latín)  que enfatiza el papel de la fe  sola como medio de mirar hacia el Calvario, en cambio la palabra «mnemósynon» que no aparece en la Biblia en ninguno de los texto relacionados con la Santa Cena,  significa «memorial». Este término, expresa el concepto de algo externo, sacralizado, que obra en virtud  del mismo rito  sin olvidar  el sentido sacrificial  que el término memorial comporta. Esto no es lo mismo que recuerdo.

Pablo, en la carta a los Corintios (1era  Corintio 11:27), a los elementos pan y vino los llama simplemente pan y vino (partían el pan), aun después de la consagración.